Los Demócratas de Denver lamentan el fallecimiento de la congresista Pat Schroeder, a los 82 años de edad.
Cuando pensamos en aquellas que debemos destacar durante el Mes de la Historia de la Mujer, pensamos en líderes increíbles como la honorable Patricia Schroeder. Por lo tanto, honrarla ahora parece apropiado y justo. Pat Schroeder fue simplemente una leyenda, una fuerza innovadora para las mujeres y las familias a lo largo de su larga carrera. Sirvió como representante de los Estados Unidos por Denver desde 1973 hasta 1997. Su trayectoria de 12 mandatos, su trabajo e inspiración ayudaron a abrir las puertas para nuestra actual congresista, Diana DeGette.
Los numerosos logros de Pat Schroeder pueden parecer inevitables desde nuestra perspectiva actual. Sin embargo, no se consideraba una candidata seria cuando se postuló para el Congreso en 1972, en plena Guerra de Vietnam. Sin embargo, romper barreras resultaría ser el llamado de Pat Schroeder. Derrotó al republicano Mike McKevitt por poco más de 8,000 votos, en el mismo año en que Richard Nixon obtuvo una victoria aplastante. Se convirtió en la primera mujer en representar a Colorado en el Congreso y, a los 32 años, una de las miembros más jóvenes.
También fue una de las únicas 14 mujeres en la Cámara de Representantes. Sin embargo, mientras Schroeder enfrentaba esa institución dominada por hombres, eso solo estimulaba su determinación para defender los valores feministas y abogar enérgicamente por las mujeres y las familias en todo el país.
A lo largo de los años, Schroeder defendió la atención médica, la expansión de los beneficios del Seguro Social, la equidad de género, los derechos al aborto y más. Como miembro fundadora del Caucus de Mujeres del Congreso, ayudó a aprobar la Ley contra la Discriminación por Embarazo, la Ley de Licencia Familiar y Médica y la Ley de Revitalización de los Institutos Nacionales de Salud. Su liderazgo abrió el camino hacia un futuro más equitativo.
También fue la primera mujer en formar parte del Comité de Servicios Armados, donde se pronunció en contra de la Guerra de Vietnam y abogó por el control de armas. A lo largo de su carrera, trabajó para mejorar las condiciones de los miembros militares y sus familias, y fue una defensora clave de la Ley de Familia Militar de 1985.
También era conocida por su ingenio mordaz. Cuando le preguntaron sobre cómo equilibraba la vida política con la maternidad, respondió famosamente: "Tengo un cerebro y un útero, y ambos funcionan". Ese legado de verdad hablada al poder, de dedicación feroz a las causas en las que creía, ahora está plasmado en legislaciones modernas.
Hoy, el liderazgo de DPOD expresa sus condolencias a su familia, mientras continuamos trabajando para llevar adelante su luz en el activismo.
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